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En este mes de Diciembre estamos muy contentos de contar con Sarahi de Treviño, Life Coach y creadora de contenido que vive en Monterrey Nuevo León.
Acerca de Sarahi en sus propias palabras.
Mi pasión por optimizar la vida de las personas inició desde muy pequeña, siempre fue una inclinación natural, un diseño predeterminado e incluso algo que no puedo evitar.
La primera vez que recuerdo haber aconsejado a alguien tenía 12 años, nunca fue algo que buscara, la gente siempre llegaba a mí. Un compañero de generación del colegio estaba triste, alguien más lo vio y le dijo: “yo sé a dónde ir” y lo llevaron conmigo. Cuando él comenzó a decir lo que estaba viviendo sentí profunda tristeza por él. Cuando llegó mi turno de hablar, después de haber escuchado atentamente, sentí mucho calor sin explicación alguna pues era un día muy frío… sentí un rush que hasta el día de hoy nada ha igualado, ahora de adulta entiendo que el “rush” era vivir en propósito. ¿Cuál es el propósito con el que Dios me creó? Echar luz al mugrero.
Todos necesitamos sentirnos AMADOS y muchas veces solo se requiere de una persona dispuesta a ESCUCHAR para cambiar el rumbo de la vida de alguien.
Nunca vi esto como algo importante o particular porque es todo lo que conocía, ciertamente jamás pensé que podía vivirse como una profesión o carrera, simplemente pensaba que era casi un deber. Sí alguien sufría y podía contribuir a que eso parara, no era opcional para mí. ¿No es lo mínimo que deberíamos hacer como seres humanos?
Desde los 16 años hasta los 30 me dediqué a ser coreógrafa, en academias de danza, hotelería e instituciones como el TEC de Monterrey. En mi mente era maestra de danza lírica, lo que no sabía es que era maestra de vida. La danza siempre fue mi forma de expresar y enseñar a otros a expresar lo que las palabras no alcanzaban a describir. Siempre tuve un temperamento nostálgico, inclinado hacia las artes, las personas y el drama…
El drama que ahora le llamamos trauma o el niño interior es lo que me llevó al colapso más grandioso de mi vida y a la vez devastador. Cuando mi ahora esposo, en ese momento novio, me dijo que quería casarse a los 2 meses de estar juntos, mi sistema se apagó. Era la primera vez que realmente tenía una relación sana y NO SABÍA CÓMO.
La maestra llegó a un tope y tuvo que ser alumna. Comencé una búsqueda de paz, de sentido, de reconstrucción, pues en aras de ayudar a otros, no conocía lo que era poner límites y cuidar de mi.
Llegué a la conclusión de que aconsejar no era suficiente sino hacerlo basado en principios que no cambian, que se aplican a todos, y que tienen la capacidad no de mejorar sino de transformar a alguien.
Hace tiempo me pidieron que me describiera sin usar mi nombre y la palabra que use fue TRAILBLAZER.
Yo voy primero, voy y abro el camino. Aprendí a dejar de temer al error, a mí misma, a las partes obscuras mías y de los demás y comencé no solo a hablar VERDAD, sino a hablarme a mí misma VERDAD. El ser humano le teme a la VERDAD y yo me determiné a ECHAR LUZ AL MUGRERO.
Durante los siguientes 10 años comencé a COACHEAR mujeres sin costo alguno, por pasión, por deber. Horas y horas que fueron mi universidad más valiosa. Trabajo de campo del que hasta el día de hoy me sigue dando no sólo las herramientas para asesorar a otros, sino que me proveyó del equipo que está conmigo desde entonces y hasta ahorita, mujeres de toda mi confianza. Pude ver quiénes eran en momentos muy complejos y también pude ver en quiénes se han convertido. Vas a llegar tan lejos como tu equipo lo permita, nunca se trata de una sola persona.
De Rana a Reina, comienza después de varios años en los que mi esposo Rolando Treviño me decía que esa información tenía que llegarles a más mujeres, yo siendo muy privada y lejos de la vida en redes sociales, no me imaginaba haciendo algo así. Un día escuché un mensaje que me marcó: “La gente sufre porque los que tenemos la información para que su vida cambie nos quedamos callados” … Era el cumpleaños de mi marido y le dije que de regalo por fin me abriera TIKTOK. De Rana a Reina viene desde un corazón genuino que quería que las mujeres pudieran tener mejores vidas y no podían tenerlas si no tenían mejores relaciones, y no podían tener mejores relaciones si no tenían mejores formas de pensar y no podían pensar mejor si no lidiábamos de raíz con los sentimientos.
Lo que no esperaba era esa gran respuesta no sólo de mujeres sino de los hombres. No soy afecta de las redes sociales, porque lo que mi limitada visión alcanzaba sólo abarcar el concepto de que, si 200 personas lo veían, sería una tarea cumplida. Sin embargo, Dios ha superado toda expectativa, hoy en día he tenido la gran bendición de trabajar con gente de todo el mundo, sí, todo el mundo, Japón, Australia, Alaska, Italia, España, Estados Unidos, Canadá, México y todo Latinoamérica.
He encontrado que todos adolecemos de lo mismo a la vez que todos necesitamos lo mismo.
Ser amados y aceptados y cuando no tenemos esto, el sistema interno deja de funcionar. Mi misión de vida es esta: A través de la verdad acompañar a todo el que quiera seguir creciendo hacia aquello para lo que fue CREADO.
Sarahi de Treviño
Instagram: @de.rana.a.reina
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