Nací en una pequeña y difícil ciudad llamada Celaya, donde el peligro y la inseguridad son el centro de atención y los sueños es mejor mantenerlos discretos. Conocí y practiqué varios deportes, pero no fue hasta que conocí el rugby cuando mi vida cambió, nunca me había sentido tan apasionada y viva por algo como este deporte.

Llegué al rugby en la Universidad, como una manera fácil de acreditar deportes, con el tiempo me fui encariñando de las personas que integraban al equipo de Celaya, con el entrenador al que tanto le estoy agradecida y las chicas que ahora llamo: HERMANAS. Me enamoré de todo lo que rodea al rugby, sus valores, su diversión, SU DESAFÍO, su gente, su “Tercer tiempo” hay una mística que lo hace diferente. Pero, así como llegó la alegría de este deporte también llegaron sus retos. Físicamente soy una persona compacta, quizá escuálida, de complexión delgada, me han descrito como: una chica con potencial, corazón y actitud, pero mala genética para el rugby. A mi me gusta ser pequeña y ágil para estar más cerca de los tobillos “por más grande y fuerte que sea el gigante, si le atas las agujetas de los zapatos se va a caer”.

Me abrí camino en el rugby enfocándome en disfrutar y aprenderlo, unos años más tarde logré entrar a la selección mexicana y mi vida siguió cambiando. Ya había llegado, el reto ahora era mantenerme, pero mi enfoqué fue el mismo: disfrutar y aprender, me lo repetía varias veces en mi cabeza.

Con el tiempo también se unieron varios retos más como el trabajo y combinar el alto rendimiento con la vida laboral. No ha sido nada fácil, tampoco me gusta pensarlo como algo difícil. En México son pocos los lugares de trabajo donde te permiten representar a tu país y seguir laborando. Estudié Diseño Digital y he tenido la fortuna de estar en una agencia donde hasta ahora he podido adaptar horas extra, trabajar a distancia y adelantar trabajo. La mayoría de las veces es necesario que esté presente en la oficina por lo que me concentro en aprovechar las horas para sacar el trabajo y un poco más. De por sí ya es abrumador dar resultados deportivos ahora súmale seguir dando resultados positivos en el trabajo. Cada área te exige subir el nivel y dar más de tu 100.

Si puedo sacar alguna enseñanza de todo esto, sería que hay que enfocar tus decisiones a DISFRUTAR Y APRENDER en cualquier cosa que te apasione, por más abrumador que parezca puede llevarte a lograr tus sueños, y si no… al menos lo disfrutaste y estoy segura que algo aprendiste.

Yazmín Ramla.

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