Mi nombre es María Muratalla. Después de graduarme en Publicidad y Comunicación en el CECC, comencé mi carrera profesional en México, aplicando mis conocimientos en dos empleos simultáneos. Desde muy joven, siempre tuve el deseo ardiente de estudiar en el extranjero, pero enfrenté la resistencia familiar hacia esos proyectos. Determinada a seguir mi pasión por el aprendizaje internacional, decidí tomar las riendas de mi destino y postulé a una maestría en Barcelona, España.
Recibir la carta de aceptación fue un momento decisivo en mi vida; vendí mi coche para financiar mis estudios y comuniqué mi decisión a mi familia. Aunque enfrenté el desafío de obtener la visa por mí misma, esa experiencia me enseñó la importancia de la perseverancia y la determinación en un entorno nuevo y desafiante. A pesar de los obstáculos, cada paso fue una lección valiosa que fortaleció mi resolución.
Muchos de mis amigos y familiares veían mi sueño como algo imposible o una pérdida de tiempo, pero aprendí a no dejar que las opiniones ajenas limitaran mis ambiciones. Tras un segundo intento, obtuve la visa justo antes de mi vuelo, una coincidencia que celebré como un regalo de cumpleaños anticipado y el inicio de una nueva etapa emocionante.
Mis primeras semanas en Barcelona las viví en hostales, hasta que encontré un hogar cerca de mi universidad. Esta transición fue fundamental en mi aventura académica, permitiendo sumergirme completamente en una cultura nueva y enriquecedora. Durante mi tiempo en España, conocí personas de todo el mundo, experimenté nuevas perspectivas y enfrenté el desafío de buscar trabajo en un país extranjero.
Tras graduarme con éxito, sentí un deseo profundo de continuar creciendo personal y profesionalmente. Por ello, decidí trasladarme a Irlanda para perfeccionar mi dominio del inglés y explorar nuevas oportunidades educativas y laborales. Esta vez, con la experiencia previa a mi favor, la adaptación fue más fluida y la red de apoyo internacional que encontré fue un pilar fundamental durante mi estancia.
Incluso durante la pandemia global, encontré en Irlanda un entorno de apoyo con facilidades gubernamentales y comunitarias que hicieron más llevadera la situación. Tras años de vivir en el extranjero, reflexioné profundamente sobre mi trayectoria y decidí regresar a México, convencida de que era el lugar donde deseaba continuar mi desarrollo personal y profesional.
Al volver a casa, sentí un llamado aún más fuerte hacia la responsabilidad social y la pasión por ayudar a otros latinoamericanos a alcanzar sus sueños de estudiar en el extranjero. Es así como me uní con entusiasmo a JOMA Student Experience, donde no solo enriquezco mi vida personal y profesionalmente, sino que también contribuyo al sueño de muchos jóvenes de explorar el mundo a través de la educación internacional.
Ser parte de JOMA Student Experience no es solo un trabajo, es una oportunidad para hacer realidad los sueños de otros, guiándolos en su camino hacia el crecimiento y la realización personal. Nos enorgullece apoyar a cada estudiante en su aventura educativa y ser parte de su historia de éxito mientras descubren nuevas culturas, amplían sus horizontes y construyen un futuro brillante.
María Muratalla
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