La solidaridad es un valor fundamental que se nos viene a la mente al momento de hablar de alguna enfermedad. Nadie elige estar enfermo, así como tampoco deseamos que nuestras acciones nos guíen hacia un estado decadente de salud.

Ante lo inevitable se debe sacar fortaleza y aferrarse a todo lo bueno que nos rodea en una situación de enfermedad, el apoyo de la familia, seres queridos y profesionales (doctores, enfermeros, terapeutas, entre otros especialistas), que van guiando el tratamiento para brindar sanidad, así como otros factores positivos que, dentro del padecimiento, pueden rescatarse para sobrellevar las cosas y salir avante. 

Pero vamos a retroceder un poco, antes de llegar al diagnóstico del padecimiento; la detección puntual de una enfermedad es como la alarma que nos permite llegar en tiempo a un destino, es la mejor inversión que podemos hacer para nuestro bienestar, cuando se realizan chequeos de manera periódica es más sencillo ganar la batalla, la detección puntual es una herramienta poderosa que debilita las enfermedades, la prevención es la mejor medicina. Y, ¿cómo prevenimos? La respuesta es HÁBITOS, repetir de manera sistemática acciones que cuiden de nuestro cuerpo y mente.  

Un estado de estrés crónico aumenta las probabilidades de padecer depresión, ansiedad y aumento de cortisol, causando que las defensas bajen, haciéndonos propensos a diferentes enfermedades.

La buena noticia es que siempre estamos a tiempo de adquirir buenos hábitos de alimentación, descanso e higiene mental; si deseas una vida saludable, comienza con metas pequeñas, siempre partiendo del amor hacia tu cuerpo, respetándolo en cada una de tus acciones, evitando dañarlo al máximo.

Imagina que tienes a tu cargo los hábitos de salud de la persona que más amas, ahora responde a estas sencillas preguntas:

¿Le darías de comer alimentos chatarra la mayor parte del tiempo, o elegirías alimentos con un buen contenido nutricional?

¿Cuántas horas de sueño le propiciarías? 

  • Menos de 5 horas 
  • Mas de 6 horas 

¿Le darías la oportunidad de realizar un mínimo de 30 minutos al día de activación física?

¿Tus palabras hacía esa persona, serían amables y constructivas? 

¿La mayor parte del tiempo estarías hablándole de problemas y preocupaciones, para generar arrepentimiento de sus acciones pasadas y temor al futuro?

Ahora piensa que esa persona puedes ser tú misma, la solidaridad parte del autocuidado, para luego, por medio de nuestro ejemplo y acciones podamos brindar lo mejor a los demás. 

No esperes a tener un diagnóstico desfavorable, la salud está a tu alcance y es el tesoro más valioso que te permitirá llevar una vida plena. 

Procura llevar una dieta equilibrada, realiza actividad física de manera regular, evita hábitos nocivos (uso excesivo de celular, tabaco, alcohol), duerme más de 6 horas cada noche, gestiona tu nivel de estrés, rodearte de personas que te brinden paz y tomar la decisión diaria de ser feliz, reconociendo tus emociones.

En la medida en que respetamos nuestra salud inspiramos a otros a lograrlo, generando solidaridad y una cultura colectiva de bienestar.

Por Lic. Laura Garcia Infante 

IG: @bfitworkoutandplay