Hola, soy Kerime González Betancourt, soy nutrióloga y tengo 11 años trabajando en la consultoría privada, una de las cosas que más disfruto en mi profesión es conocer a personas y ayudarlas a mejorar su salud, es un sentimiento gratificante el verlos renacer de aquella enfermedad que los aquejaba, recobrar su confianza al bajar de peso, disfruto cada logro que junto con el paciente alcanzamos para mejorar su salud.
Sin embargo, a pesar de que con el tiempo la conciencia de obtener un estilo de vida saludable ha mejorado considerablemente, creo que hemos tenido un retroceso en la forma en que dejamos que las redes sociales impacten nuestra vida, nuestros sentimientos y en este caso el peso.
En la actualidad la percepción de peso ideal no es personal sino compartido, es decir si la influencer de moda o la modelo a la que sigo en redes marcan un estereotipo de cuerpo es la meta a llegar, no importando sí yo no tengo ese tipo de cuerpo (recordemos que todos tenemos complexiones diferentes), no importando sí no es un cuerpo saludable, o incluso no importando la forma en que llegaré a obtenerlo.
En estos últimos años, llegan a consulta jóvenes con la foto del influencer de moda pidiendo llegar a ese cuerpo, me han visitado mamás pidiendo que cambie el cuerpo de sus hijas porque sus cuerpos no son aptos para realizar ballet, comadres que quieren bajar lo mismo que bajó su amiga con un método a base de pastillas compradas por internet, adolescentes queriendo marcarse como todo un adulto con varias y extenuantes horas de entrenamiento. Y me pregunto: ¿Realmente crees que el cuerpo ideal es un concepto compartido? ¿En dónde está nuestro concepto de salud? ¿Dónde está el amor propio para aceptar nuestro cuerpo?
Las redes sociales dejan ver lo que quieren que veamos, el cuerpo perfecto, la vida feliz, el trabajo ideal pero son espejismos que no deben de ser influencia para marcar el ritmo y estilo con el que vives TU vida.
Tu cuerpo es tuyo y solo tuyo y debemos amarlo y respetarlo, llevarlo por un camino de salud, de vida, sobre todo de aceptación. Con esto no quiero que pensemos que debemos de dejarlo en un estado sin mejoras, tenemos la responsabilidad de cuidarlo y ello conlleva buscar salud con un estilo de vida que tanto en alimentación, ejercicio y hábitos nos lleven siempre a vivir en plenitud, pero no confundamos, esto es personal, nadie tiene porque decirte como debes de verte, no tienes que seguir las dietas de moda y mucho menos puedes esperar verte como alguien más.
¿Por qué dejar que las redes sociales nos impacten? ¿Por qué sigues a esa influencer o artista que hace que te sientas mal contigo o tu familia cada vez que ves su post?
Hoy solo quiero decirles, que cada persona es única, auténtica, no hay cuerpo perfecto, ni dietas mágicas. Todo es un proceso, todo lleva esfuerzo, amor y ganas para mejorar, para alcanzar tus metas, de esas que son propias, de esas que solo tú puedes decidir cuáles son en pro de tu vida y salud.
Tener amor propio significa darte el valor que mereces.
Nutrióloga Kerime Aide González Betancourt.
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