Recuerdo muy bien ese día, pasa por mi mente tan real como volver a vivirlo… pequeña Sonia a mis 10 años quizá…
Yo tenía mucho dolor en mi cabeza y vomitaba, mi hermana 3 años menor arrastraba una cubeta con agua para que yo vomitara, ese recuerdo y muchos de esos tengo de toda mi vida.
Aprendí a vivir con esos ataques que paralizaban mi día, me enviaban a la cama o al hospital. Mis personas cercanas sabían que debían ayudarme ya que pierdo parte de la visión por unos minutos, es como si vieras las cosas con destellos ves algunas cosas y otras las ves pixeladas esa es la primera señal de que tendré una migraña así que debo encontrar un lugar seguro para pasar la crisis la cual sigue con dolor muy fuerte de cabeza, sensibilidad a la luz y sonidos, náuseas y vómito, necesito un cuarto obscuro ya que la luz y ruido me provocan más dolor.
Mi familia dice que lo heredé de mi abuela materna y de mi bisabuelo.
En mis 20s mi neurólogo, después de muchos estudios me dijo “Tienes Migraña De Aura”. El aura es esa luz titilante que se atraviesa en mi visión y no me permite ver con claridad antes que empiece el dolor.
Sin embargo, ese día fue para mí un gran avance en comprender cómo funciona mi cuerpo.
El doctor me dijo que el ataque inicia porque se conjugan varias cosas que causan molestia en mi cuerpo. Es la forma en que reacciona cuando llega a su límite y entonces se detona una crisis de dolor. Me recomendó llevar un registro de cada crisis de Migraña, que anotara fecha y lo que había hecho ese día y un día antes, lo que comí, si dormí suficiente, si traía otro malestar previo.
Todo esto fue clave, con unos meses de hacer esto encontré que mi digestión tenía mucho que ver en que tuviera una migraña. Así que comencé a cuidar más lo que comía y en ese camino descubrí que comer carne roja atrofiaba mi digestión y eso detonaba migrañas, así que comencé a dejarla poco a poco y a mejorar mucho. No quiero decir con esto que sea buena ni mala solo quiero decir que escuche que a mi cuerpo no le gustaba y que para mí era mejor dejar de consumirla.
Otro punto importante fue mi ciclo hormonal, resulta que al final de mi ciclo es muy probable sufrir de dolores de cabeza, así que ahora sé que en esta etapa debo poner más atención a dormir muy bien, comer más limpio, mantenerme muy hidratada y evitar el alcohol por unos días, eso me ayuda mucho.
Todo este cambio que hice me llevó de Migrañas cada 2 o 3 meses a pasar casi un año completo sin ninguna. Lo cual para mí ha sido increíble.
En ese camino de mejorar mi salud, comencé a ver más por cosas naturales, y me encontré con los aceites esenciales(que son extractos de plantas) los cuales han sido otro gran apoyo para mí, tanto que mis migrañas bajaron su severidad usándolos, hay algunos que uso en mi cabeza para relajar la tensión muscular y eso me ayuda mucho a reducir el dolor más rápido, hay otros que uso en mi estómago con propiedades para el sistema digestivo y han reducido mis náuseas casi a cero, y otros que son suplementos para apoyar el balance hormonal.
Yo que siempre fui muy escéptica de todos esos remedios naturales, y ahora entiendo que por algo están esas plantas ahí, para ayudar a equilibrarnos.
El mensaje que quiero dejarte es que, no te resignes a un padecimiento un dolor una enfermedad, busca el origen y ESCUCHA a tu cuerpo, él te dirá lo que necesita, cuídalo, nuestra salud es de lo más preciado que debemos atesorar, haz ejercicio eso ayuda muchísimo aunque sea una caminata pero muévete, el ejercicio es algo que siempre te hará sentir mejor después de hacerlo y te pone de buen humor.
Soy Sonia Salazar
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