Existen diferentes definiciones de Mindfulness desde la definición dada por Jon Kabat- Zinn a quien se le considera uno de los mayores precursores en incorporar la práctica Mindfulness como herramienta en la salud mental (“Prestar atención de manera intencional al momento presente, sin juzgar”) y las definiciones dadas por las personas que reflejan su propia experiencia.

Para mi Mindfulness es una habilidad que se desarrolla mediante diferentes prácticas mentales que nos ayudan a darnos cuenta de lo que estamos pensando y las emociones que estamos sintiendo en el momento que están pasando.

Me gustaría compartirles como el Mindfulness ha transformado mi vida y las prácticas que utilizó en el día a día.  

El ser humano tiene alrededor de 7,000 pensamientos al día, desafortunadamente la mayoría de nuestros pensamientos son negativos, es como está diseñado nuestro cerebro y tiene que ver con supervivencia. El darme cuenta de que no soy mis pensamientos, ha sido para mí una liberación y me ha ayudado en situaciones de ansiedad y depresión.  Mindfulness me ayudó a entender que los pensamientos van y vienen dándome la habilidad de observarlos como un tren que pasa sin dejarme arrastrar por ellos y por las emociones que generan.

Pueden hacer una prueba muy rápida, la próxima vez que estén en una situación de enojo, tristeza, ansiedad, pregúntate en qué estás pensando en ese momento. Observa tus pensamientos como si fueras un espectador de una película. Escucha lo que estás pensando, solo observa sin juzgar, si está bien o mal. Esa práctica te trae al presente, te hace estar consciente, despertando del sueño de estar inmerso en tus pensamientos sin dejarte llevar por un torbellino de emociones. 

El estar conscientes nos da un espacio de cómo responder a ciertas situaciones en lugar de reaccionar a ellas, nos da inteligencia emocional. Aunque suene simple, para salir de ese sueño y entrar en un estado de conciencia, necesitamos entrenar nuestra mente.  

Hay varias prácticas para empezar a romper ese patrón, estas son algunas de las prácticas que utilizo y que me han funcionado a través de los años que llevo practicando Mindfulness.

 La meditación enfocada, consiste en poner nuestra atención en la respiración, cada vez que tu mente deja de poner atención a la respiración y empiezas a pensar miles de cosas, trabajo, relaciones, comida en fin tantas cosas en las que uno se pierde; en el instante que nos damos cuenta de que ya no estamos enfocados en la respiración y regresamos nuestra atención a la respiración, ese regreso es lo que hace entrenar tu mente. Ese ir y venir, es como ir al gimnasio y ejercitar un músculo. Tal vez en un principio pasen bastantes minutos sin que te des cuenta de que ya no pones atención a tu respiración, con la práctica ese tiempo va disminuyendo y ese espacio de conciencia se va haciendo más largo.  

Esta práctica la hago en un lugar cómodo, callada, de preferencia sentada, puede ser desde 5 minutos, 10, 20 o más cada uno lo va ajustando a sus tiempos.

¿Como ayuda Mindfulness en situaciones cotidianas?, imagínate que en el trabajo estás en una situación de enojo (ojo no se trata de suprimir el enojo) en lugar de reaccionar; que normalmente nos arrepentimos más tarde puedas responder desde un lugar de conciencia, sientes tu enojo y te tomas un espacio de como vas a responder a esa situación.  

En situaciones de ansiedad puedas darte cuenta de que lo que está causando son solo tus pensamientos incluso incursionar ciertas frases como “son solo pensamientos”, “no es real”. 

Si estás con tus hijos, es estar realmente presente con ellos, no pensando en otras cosas. Al acudir a  una junta de trabajo y no te acuerdas de lo que te dijeron es porque estuviste pensando en algo más.

Otra práctica que podemos utilizar es poner una alarma en el teléfono que nos mande un recordatorio cada hora y donde estés simplemente respira normal y pregúntate dónde está tu mente, en qué estás pensando. Incluso lo puedes hacer cuando estés esperando, haciendo fila. En lugar de impacientarse utiliza ese tiempo para observar tus pensamientos, solo observa sin juzgar, sin opinar.  

Una práctica que podemos hacer muy habitual y sin mucho esfuerzo es que cada vez que entremos a un nuevo lugar, habitación, pasemos el marco de una puerta nos demos cuenta de que color son las paredes que ruidos hay alrededor, olores; esto puede tomar segundos y trae nuestra mente al presente nos saca del sueño de estar inmersos en nuestros pensamientos.

Esas pequeñas prácticas van rompiendo el patrón, poco a poco estamos ejercitando la mente, estamos despertando. Esa conciencia (darnos cuenta) se va logrando a través de una mente entrenada y para eso hay que practicar, practicar. Se han realizado varios estudios científicos que comprueban cómo la práctica de mindfulness produce cambios físicos en la parte frontal del cerebro en las funciones cognitivas.

Los invito a que incorporen alguna de estas prácticas y vean el efecto que va teniendo en su vida. Afortunadamente la práctica de Mindfulness se sigue haciendo más popular, incluso ya se enseña en escuelas. Es muy común decirles a los niños que pongan atención, pero no les damos las herramientas para hacerlo, el que los niños tengan acceso a esta práctica a temprana edad es algo que sin duda les traerá grandes beneficios y si somos papás hay varias prácticas para cada edad qué podemos enseñarles en casa.

Cada día se publican más artículos y la información es bastante amplia, estos son uno de los libros y recursos que les recomendaría si les interesa aprender más acerca de Mindfulness.

Mindfulness para principiantes- Jon Kabat-Zinn

Mindfulness en la vida cotidiana- Jon Kabat -Zinn

Gracias

Erika Giles

Egiles130@hotmail.com