Hola, mi nombre es Giselle Carrier, soy maestra de primaria y vivo en Monterrey N.L.

Quiero contarte mi historia sobre el cambio que he tenido tanto físico como emocional, ya que en año y medio he logrado bajar 38 kilos.

Desde muy pequeña fui una persona gordita, de malos hábitos alimenticios, y como padecía de asma, tenía un escudo perfecto para no realizar ningún deporte.  Dentro de mí, siempre me sentí  el  patito feo de la familia , la que no podía usar shorts, ni ropa ajustada, y me era muy desagradable el que me tomaran fotos. Pero aún con mis complejos, era “feliz“ y disfrutaba de mi vida con sus limitantes: iba a fiestas de piscina, pero no me metía a la alberca; me compraba mis cositas, excepto esa prenda coquetona o ajustada. Pero comía lo que yo quería, así que con eso era “feliz”.

Diciembre del 2020 fue una fecha especial para mi. Una especie de momento inicial. Recuerdo haber celebrado mi cumpleaños número 39 y recuerdo la foto que me tomaron ese día. El cual al verla sentí horrible al  verme de esa forma y ver mi realidad. Pero aún en ese momento no decidí iniciar un cambio, y tal vez esa fue la clave de mi éxito. Si en esos días hubiera decidido hacer algo por mi sobrepeso, probablemente no hubiera funcionado pues ese impulso hubiera sido motivado por una frustración de momento que estoy casi segura habría sido minimizada al siguiente día con un buen plato de tamales. 

Mi cambio fue un poco más sistémico. Poco a poco fue creciendo desde diciembre y cada día se iba alimentando más. Hasta que llegó un momento de conciencia en el que pude ver las cosas claras. Ese punto vino en marzo del 2021. Recuerdo que simplemente desperté y al verme al espejo dije “¡ya no más!” Es momento de  cambiar y mejorar mi  salud y mi aspecto fisico. No hubo lágrimas, ni traumas, ni historias de un patito feo. Simplemente sabía que, aunque me tomaría tiempo, estaba en una posición de hacer un cambio en mi vida, ¡SI LOGRABA ENFOCARME! Y como mi sueño siempre fué celebrar mis 40 años de vida con una gran fiesta, decidí hacer esa apuesta a largo plazo: nada de milagros, ni factores externos; si quería lograr un cambio, este tenía que iniciar y mantenerse en mi. Cargué la foto de mi cumpleaños 39 como portada de mi celular e hice un calendario que me decía que solo tenía 9 meses para lograr mi meta. 

El mensaje que quiero compartir contigo es que aunque suena muy romántico decir que tuve un momento de cambio o que cierto momento específico fue el combustible que ocupé para cambiar mi vida, la realidad es que el cambio vino acompañado de una serie de situaciones metódicas y bien planeadas que me gustaría compartir contigo. Tal vez no todo lo dicho aquí te sirva, pero si deseo compartirte algunos puntos importantes que me ayudaron a dar ese gran paso. 

UNA GRAN DETERMINACIÓN 

Lo más importante es  la determinación, ya que todo cambio personal importante requiere de pasos semejantes, esto implica darse cuenta de lo mal que se vive con una vida sedentaria y de tus malos hábitos alimenticios. Tu necesitas entender que estás mal, que si se puede cambiar, pero que no será fácil. No habrá milagros, solo un gran esfuerzo. Si entiendes eso ya llevas un gran impulso tras de ti.

ES UN PROCESO LARGO Y NO HAY FORMA DE CAMBIARLO

Uno de los grandes errores que también cometí en años anteriores donde tuve un deseo similar de cambio, fue pensar que ya sólo porque deseaba algo esto ocurriría rápidamente, como en un montaje de una película: un par de escenas mías haciendo ejercicio, otra escena de mi comiendo verduras y ¡listo! El primer cambio llegaría al final de este montaje. 

Obvio no tengo que decirte que así no son las cosas; hay mucho en juego y hay muchos obstáculos. La primera semana ya quería rendirme. Y la segunda y la tercera… Todavía hay días que no deseo hacer mi rutina de cambio. Pero aprendí a dominar esos momentos. Simplemente me escuchaba, me permitía llorar, gritar, aventar cosas. Pero cuando llegaba al punto de querer comer o de no querer ir a hacer ejercicio veía mi foto de mis 39 años y eso me devolvía a mi camino. Y después de 3 meses empecé a ver otra foto que agregué a mi celular donde ya se observaban mis primeros cambios y eso me ayudó aún más a aguantar este proceso, porque ahora había algo que proteger. Y así es esto; no hay otra forma, y nadie va a sufrir por ti. Por eso siempre debemos usar nuestra fuerza de voluntad y nuestro compromiso para hacer lo que hemos decido hacer. Es muy difícil esta fase ya que es estar en una lucha constante con uno mismo.

RECONOCER A LA OBESIDAD COMO UNA ENFERMEDAD.

La obesidad es una enfermedad y como tal hay que tratarla. Por eso hay que buscar ayuda con un especialista ya sea nutriólogo o doctor para que pueda ayudarte a comer de una manera correcta. Ese es otro error que muchos cometemos. No vemos a la obesidad como es y por eso creemos que un producto milagro nos va a ayudar; eso no va a pasar. La obesidad puede matarte. Trátala con la seriedad que merece.

ENTENDER QUE TÚ SI PUEDES

Esto es extremadamente importante. Por un lado debemos saber que no es nada fácil, pero por otro lado debemos entender que todos podemos cambiar. Esto no es algo exclusivo de los ultras atletas o la gente que vive un trauma o los ricos con recursos. Todos podemos cambiar Debemos reconocer nuestros logros, sin importar lo lento que se vaya en el proceso y siempre recordar cómo eras antes del cambio y ver que realmente está valiendo la pena.

EJERCICIO DE FUERZA… Y DE A FUERZAS.

Realizar ejercicio de fuerza, es algo muy asombroso para mi ya que puedes observar cómo se va moldeando tu cuerpo, se eliminan manchas en la piel, aumenta tu energía, siempres estás alegre,  y todos tus dolores musculares desaparecen. Muchas veces creemos que el gym es exclusivo de hombres o que los músculos sólo son algo estético, pero la verdad no podría estar más alejada de la realidad. Ahora si no deseas entrar aún al gimnasio, hay otras opciones: nadar, correr, subir cerros, ver Netflix por 30 minutos mientras estás en la caminadora… Cualquier cosa, pero algo tienes que hacer. Sin ejercicio esto no funciona. 

Como conclusión, si esperabas algo mágico en este testimonio, o algún secreto específico, o el nombre del producto milagro que cambió mi vida lamento decepcionarte. Pero creo que lo que tengo que ofrecer aquí es un poco mejor, porque estamos hablando de cosas reales que le pasaron a una persona normal como yo. 

Gis Carrier

Instagram @gis.carrier