Relato de una vocación innata, maestra binacional Michoacana.
Mi nombre es Elsiee Idali Martinez Baca, tengo 31 años y soy de Morelia Michoacán, soy maestra y esta profesión me ha traído muchas satisfacciones y una de ellas es ser una maestra Binacional Michoacana donde imparto clases a inmigrantes en Estados Unidos de América y reconocida incluso por parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores a nivel nacional.
Me gustaría platicarles acerca de mí y de este proyecto impartiendo clases a inmigrantes porque todo este viaje no ha sido fácil. Las personas que me conocen suelen describirme como una persona alegre, comprometida, responsable, pero sobre todo sociable. Aunque eso no fue siempre así, desde que era una niña a pesar de tener hermanas crecí sola porque ellas eran gemelas y tenían esa clase de secretos y complicidad que sólo entre gemelas podrían sentir; ahí se formó uno de mis mayores sueños que es conocer mucha gente diferente y aprender de ellos.
Mi personalidad y metas se formaron desde niña puesto que mis padres fueron muy amorosos y me alentaban a vivir mi vida buscando lograr cumplir todo lo que me propusiera, a la vez que me recordaban la importancia de respetar siempre a los demás. No solo se trataba de los valores que me enseñaron, también era una familia que se enfocaba en lo que podíamos vivir y para hacerlo viajábamos mucho.
Cuando llegó el momento de decidir mi profesión, concursé para ingresar a la Benemérita Escuela Normal Urbana de Morelia, en la primera etapa de admisión mi abuela materna estuvo formada desde las tres de la mañana con la idea de que su nieta mayor lograra su sueño de ser maestra. Así, empezó mi carrera docente, después de concursar con miles de personas logré obtener mi espacio dentro de esta carrera. Esto sucedió hace más de diez años donde mi profesión ha sido mi salvavidas más importante para lo emocional y personal que me pueda suceder.
He trabajado con niños grandes y pequeños, entre los que se encuentran más de 400 alumnos que han pasado por alguna de las aulas en las que impartido clases; hoy en día, tengo la fortuna de presumir alumnos que están cursando su Educación Superior, niños de bajos recursos que incluso llegaban con la suela rota y no querían ni siquiera jugar futbol así que desde ahí me fije que mi meta no sería solo enseñar, también sería ayudar a los niños, a ese alumno le llevé unos zapatos escolares, recuerdo su cara de felicidad y verlo jugar con sus compañeros no lo podría olvidar nunca.
Por eso comencé a buscar espacios de enseñanza pero ahora quería hacerlo internacional y lo hice en un campamento de niños aquí en mi ciudad que se llamó “Going as an Entrepreneur Camp” ahí trabajé en lo que me gustaba con alumnos pero de forma colegiada con profesores de varias partes del mundo como de China y de Argentina que se dedicaban a llevarles su cultura a otros . Al igual empecé a viajar por el mundo incluso sola para aprender de otras culturas y siempre mi visita obligatoria era a una escuela.
Estas experiencias me llenaron el corazón de alegría, hasta que llegó el momento más difícil de mi vida el día en que falleció mi padre, el hombre que me alentó a cumplir todos mis sueños, el que me vio tan valiente como para viajar por el mundo incluso sola y que se alegraba al escucharme hablar de mi práctica docente. Falleció de un día para otro sin previo aviso por lo que mi depresión fue tan grande que no podía respirar.
Duré días completos sin dormir, me cambió la vida, incluso dejé de asistir a mi trabajo por casi un mes, hasta que un día busque la manera de salir adelante, tenía que hacerlo de alguna manera y pensé en mi trabajo porque de eso se que se siempre se sintió orgullo y yo también, pensando en eso, encontré en redes información de un Programa de Educación Migrante.
Este programa es un enlace entre México y algunos estados de Estados Unidos, hice los tramites para ingresar, concursé y entregué lo necesario para ganarme un lugar porque estaba muy entusiasmada con este nuevo reto y a la vez preocupada porque es trabajar con niños migrantes para darles la oportunidad de tener ese sentido de pertenencia que a veces perdemos viviendo en otro país. Logré un espacio en este Programa e incluso me eligieron para trabajar con la coordinación de los distritos en el estado de Oregón, ahí formamos un programa que en este año fue en línea para trabajar con los niños de allá trabajando sobre todo cuestiones emocionales.
Así fue que me convertí en una maestra Binacional Michoacana reconocida por parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores a nivel nacional y formando en mí la idea de que lo que soñamos lo podremos lograr, es la combinación perfecta entre mis dos sueños la docencia y viajar para conocer nuevas personas. Creo que el tiempo en que suceden las cosas es perfecto solo debemos dejar que pasen confiando en que tendremos mejores momentos de los que pensamos.
De ahora en adelante no podré permitirme entrar en depresión como lo hice porque mi intención es seguir llenando mi mente y corazón con experiencias que ayuden al mundo, pero me salven a mi. Si estás en depresión y no encuentras un sentido, revisa tu historia y verás que siempre has tenidos sueños que seguro vas a lograr, también no dudes en escribirme para compartirte más de mi experiencia.
Elsiee Idali Martínez.
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