Y además me da la oportunidad ejercer mi profesión: la medicina a más de nueve mil kilómetros de donde nací, mi nombre es Thelma Sepúlveda, soy originaria de Monterrey, N.L., México. Estudié la carrera de medicina en la Universidad Autónoma de Nuevo León. Mi esposo David Andreas es originario de Suecia, tenemos 2 hijas, Zara de 11 y Alice de 7 años. Vivimos en Suecia. Soy doctora, dentro de la especialidad de oftalmología.
Esta es mi historia, de cómo el amor a mi profesión me trajo hasta mi hogar.
Me enamoré de la carrera de medicina desde el primer día que pisé la facultad, pero a medida que el tiempo pasaba y cuando casi llegaba a la meta, comencé a preguntarme si en realidad la quería ejercer en México. Esta duda se incrementó después de haber tenido la oportunidad de hacer un intercambio estudiantil a Europa, donde pude establecer contacto con muchos estudiantes de medicina de Austria, Suecia, Polonia, Grecia, España e Italia. En dicho intercambio conocí al amor de mi vida, originario de Suecia. Pasaron dos años de ese curso en el extranjero, cuando él vino a visitarme y fue entonces que decidimos casarnos lo más pronto posible. Éramos jóvenes, con un futuro por delante y definitivamente queríamos pasar el resto de nuestra vida juntos. A punto de iniciar la especialidad médica en México, decidí renunciar a mi plaza y emprender mi viaje a Suecia.
En mayo del 2004 hice mis maletas, con tan solo mi ropa, un título de medicina, un boleto de avión sin regreso y todas las ilusiones en mi corazón, llegue a donde todo era tan distinto desde el clima, la comida, la gente y lo más importante: el idioma, no sabía decir ni hola. Algo que cambió de inmediato fue mi manera de vestir, pase de usar unos pantalones ligeros, blusa sin manga y sandalias a usar abrigos, gorra, guantes y botas. Recuerdo que un día estaba en una boutique y me vi al espejo y no me reconocí!. Fue una sensación de despersonalización que nunca antes había sentido.
Todavía ni bien había empezado mi curso para aprender el idioma, cuando una agencia de empleo me envió una carta de bienvenida, en ella decía entre tantas cosas que sabían que yo era médica, que estaban muy interesados en que yo homologara mi título y que ellos me apoyarían sin ningún costo para mi. Inmediatamente acepté y me dieron cita con una agente que se encargó de todos los trámites burocráticos.
Durante ese tiempo, aprendí el idioma, trabajé de cuidadora en un asilo de ancianos y luego en una guardería infantil. Después de una serie de exámenes para certificar que hablaba el idioma, siguieron los exámenes teóricos y prácticos para acreditar mi título de médico. El tener el título médico de un país fuera de la Unión Europea, es más difícil y largo, pero no imposible! Aquí pones a prueba tu resiliencia.
Después de 2 años, por fin llegó el día de presentar el último examen, fuí acreditada y mi título finalmente se homologó esto solo significó un nuevo comienzo, ya que había que realizar el servicio social, que tiene una duración de dos años.
En este momento, mi esposo y yo decidimos hacer una pequeña pausa en nuestra vida laboral para darnos la oportunidad de ser padres, es así como tuvimos la dicha de tener a nuestra primera hija, Zara. Hablé con mis jefes, que inmediatamente me brindaron su apoyo. En Suecia la incapacidad por maternidad es de 1 año y medio, que se pueden dividir entre ambos progenitores. Yo regresé a mi servicio social apenas mi hija cumplió el año de edad y mi esposo continuó haciéndose cargo de ella hasta que ella cumplió 1 año y medio y pudo entrar a la guardería.
Al terminar el servicio social, obtuve la licencia de médico y con ella la posibilidad de aplicar a cualquier especialidad médica sin necesidad de realizar algún examen.
Empecé primero en medicina familiar, aunque mi gran interés era la oftalmología. Después de 2 años me llamaron a una entrevista para oftalmología. Poco tiempo después tuve la grata noticia de que fui aceptada en la especialidad y como las buenas noticias no vienen solas, también nos enteramos que estábamos esperando a nuestra segunda hija, Alice! De nuevo hablé con mis jefes, confieso que me dio un poco de pena ya que apenas llegué y al poco tiempo me iría de licencia de maternidad. Ellos me felicitaron y me hicieron sentir parte del equipo. Me brindaron su apoyo desde el primer día, tenía la opción de hacer o no guardias, al terminar mi licencia de maternidad me reincorporé al equipo y la especialidad continuó cinco largos años más. Todos los días haciendo mi mejor esfuerzo.
Al terminar mi especialidad me ofrecieron realizar la alta especialidad en oftalmología oncológica y también la subespecialidad de cirugía de cataratas. Tengo también el privilegio de hacer investigación en melanoma ocular, junto con el equipo de oncología especializado en melanoma. Este equipo es líder en Suecia y resto de Europa.
Siento que a mis días les faltan horas, pero me siento plena al poder ejercer mi función de esposa, madre, doctora e investigadora. Las oportunidades las fui tomando y algunas creando. Considero que he llegado tan lejos como he querido, gracias al empeño que pongo a lo que hago y este esfuerzo da frutos gracias a las leyes suecas que protegen a las mujeres y a la cultura de equidad. El apoyo que me ha brindado mi familia es infinito y a ellos les dedico todos mis logros. Me siento orgullosa de ser parte de esta comunidad donde tengo voz y mi palabra hace eco.
Thelma Sepúlveda
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Muchas felicidades doctora Enhorabuena por los logros alcanzados en tu vida familiar así como profesional Dios te siga llevando de la mano y que lleguen Muchos éxitos más.. Soy amiga de tu tía Mari Carmen de Sepúlveda
Un artículo que encierra una historia de esfuerzo, sacrificio y dedicación, pero sin lugar a duda de éxito.
Como mujer ejemplo pleno que no hay fronteras ni límites para la realización personal, profesional y humana.
Enhorabuena, me siento muy orgullosa y conmovida de tu experiencia tan grande como la distancia de tu país de origen a tu hogar.
Hijita me hiciste llorar…he disfrutado de tus logros pero tambien he sufrido por ti a la distancia sabiendo que te podía ayudar para hacer tu carga menos difícil pero estabas tan lejos…
El universo se a conjuntado para ayudarte a lograr tus metas sabiendo que eres adorable cuando de servir se trata.
Solo me resta decir que me costó trabajo romper el cordón umbilical pero entre lágrimas lo logré y dejé, al igual que a tus hermanos, dejar volar en pos de sus sueños.
Gracias hermoso país, por arropar a mi hija quien se ama y sabe amar a quienes le brindan apoyo y mas aún, a aquellos que se acercan a ella en busca de la salud perdida.
Gracias Andreas Fredriksson por amar a mi hija, gracias Görel por ser la segunda madre de Thelma y a quien ella respeta y venera, gracias nietecitas queridas Zara y Alice por ser tan buenas con papi, mami y abuelita.
Con infinito amor, tus padres Graciela y Luis Gerardo
Me siento súper Feliz por ti estuvimos juntas en secundaria sabía que estudiabas medicina, me da un gusto enorme saber a lo que te dedicas y todos tus enormes logros, un abrazo desde tu bello Monterrey.