Nallely: mi nombre 

Nelly: mi nombre desde que llegue a Dubái, porque casi nadie puede pronunciar Nallely 

Amna: mi nombre musulmán

Soy Nallely Vargas y migre a Emiratos Árabes hace 6 años, y desde entonces resido en la ciudad de Dubái. Soy profesional en el área de gastronomía y consultora de ventas, negocios, turismo y migración.

Mi deseo por encontrar una mejor oportunidad en el ámbito gastronómico, me trajo a Emiratos Árabes a completar mi programa estudiantil de prácticas profesionales. 

Como estudiante de gastronomía, fui el mejor promedio no solo de mi generación, sino de las 7 anteriores y eso me abrió las puertas para poder ganarme un lugar en los restaurantes más reconocidos en México, la mayoría de mis compañeros buscaban que la escuela les ayudará a encontrar restaurantes en Europa o cualquier otro continente,  sin embargo yo quería quedarme en México, y obviamente los programas de apoyo estaban enfocados a aquellos estudiantes con mejor promedio, así que siempre se me propuso salir de México y aprender de grandes chefs del mundo para poder encontrar un buen empleo a mi regreso. 

Pero como lo mío estaba enfocado a otras áreas de la gastronomía, mi oportunidad se basaba en la creación de menús, aunado a la parte saludable que era algo que un restaurante en Dubái buscaba. Como yo tenía ese perfil y se necesita obtener una certificación por parte del gobierno de Dubái y del ministro de salud de los Emiratos, me ofrecieron realizar mis prácticas acá. ¡Una gran oportunidad! 

Les cuento un poco de esta historia de vida, a mi llegada a Emiratos Árabes Unidos, mi primera experiencia me llevó lejos de aquel sueño de poder desarrollarme como una mujer profesional en el ámbito gastronómico, ya que para poder llegar a convertirme en un auditor sanitario, o un diseñador de menús con la implementación de recetas saludables no era algo común en aquel entonces, por lo que no encontré una oportunidad en corto plazo.

Mi primera experiencia fue muy mala, no había llegado a un lugar formal el cual tuviera un programa de prácticas profesionales, y eso me hizo perder mis primeros 6 meses de las mismas y eso fue lo que marcó mi decisión para quedarme y terminarlas desde aquí, en otro restaurante, antes que regresar a México, sin apoyo de la institución para poder retomarlas allá, dejándome a la deriva prácticamente.

Poco tiempo después de haber llegado a Emiratos gané la primera etapa de la certificación, en la cual participaron chefs de los más reconocidos restaurantes y cadenas de hoteles, con mi poca experiencia y siendo la única mujer, había sido la ganadora de esa primera etapa, esforzándome por conseguir la segunda y más importante de la certificación. 

Lamentablemente esa certificación hizo que el lugar a donde había llegado a realizar mis prácticas fuera el motivo para que ellos quisieran aprovecharse y sacar la mejor ventaja sobre mí, forzándome a trabajar largas jornadas, con escaso tiempo de descanso y sin percibir una ayuda económica por ello, y al no recibir el apoyo que esperaba en la institución en México, para regresar y colocarme en algún lugar, me hace tomar la decisión de quedarme y comenzar de cero, motivada siempre por el apoyo de mi familia. Y tratando de continuar con ese plan encuentro mi primer trabajo formal, en un grupo restaurantero, en el cuál si tuve la oportunidad de moverme y aprender de varias áreas, pasando por una serie de situaciones muy complicadas que de plano me hicieron postergar mi sueño en el área gastronómica. 

En esta etapa me toca vivir una desafortunada y muy marcada distinción de género, discriminación y acoso por parte de mis compañeros, y mi falta de conocimiento de las leyes y todas aquellas dudas y mitos en mi mente me hicieron mantenerme callada por miedo, miedo a más acoso, y sobre todo a perder por completo mis prácticas profesionales, sufriendo incluso accidentes que dejaron múltiples fracturas a largo plazo, y todos esos desafortunados momentos me estaban poniendo en el camino para poder desenvolverme en la parte de negocios que ya tenía, y demostrarme a mí misma una capacidad de resistencia que yo misma no me conocía. 

En este que fue un eterno proceso, pude contar con la ayuda incondicional de la persona que ayudaría a impulsar mi crecimiento personal y mi resistencia ante las adversidades, quien es ahora mi ESPOSO, siempre brindándome su apoyo y amor en todas las que han sido nuestras etapas juntos residiendo en los Emiratos Árabes. 

Como parte de la cultura de mi esposo, no están permitidos los noviazgos, así que, él por su parte siempre mostró un interés por mi basado en el respeto y el compromiso formal, externándomelo tal como es, a mí nunca me interesó ni su estatus social, ni mucho menos económico, para mí él era esa persona que con acciones incondicionales se ganó mi corazón y respeto de igual manera. Por eso casarme fue sin duda ese punto clave el cual nos hace tomar la decisión de establecernos aquí por algún tiempo, y este proceso llamado matrimonio, me llevó a mi conversión al islam, que si bien no soy practicante de la religión, la respeto mucho, así como conocer los requisitos de vivienda, de gastos, visados de familia, derechos legales y muchos otros, que en su momento tampoco fueron sencillos, por los costos, el tiempo de demora y sobre todo el choque cultural, han sido esenciales y me han servido para conocer las cosas básicas que se necesitan para residir en Emiratos Árabes. 

Mi maternidad, ha sido y es la etapa más hermosa de mi vida, pese a la situación de pandemia, me toca vivir una maternidad totalmente sola y lejos de mi familia, al mismo tiempo que trabajando, con una condición laboral de tiempo completo a medio sueldo, con muchos gastos y estudiando la maestría… un 2020 lleno de locura, pero el año que me mostró de qué estoy hecha y que todo se puede cuando se quiere, una etapa que cambió para siempre mi visión de Emiratos Árabes, un país que he aprendido a amar con todo mi corazón, un país que hace sentirme cobijada porque sé  que este lugar es uno de los países con un potencial maravilloso, que al descubrir uno de sus tesoros más preciados, ha logrado construirse de muy poco y que tiene muchísimas cosas que ofrecerle al mundo.

Emiratos por algunos años me hizo sentir perdida en muchos aspectos de mi vida, la exigencia laboral y la gran demanda profesional me llevó a tener problemas de salud considerables y por supuesto llegué a sentirme que ya no pertenecía más a mi amado México, pero tampoco a este país, y fueron una serie de circunstancias que me han llevado a encontrarme y superar los límites conmigo misma, y todas aquellas experiencias me permitan poder ayudar a otros, que deseen, conocer, emigrar, estudiar o efectuar algún tipo de negocio en el ámbito automotriz o de inversión en bienes raíces aquí en Dubái, y por supuesto en aquellas cosas que realmente me apasionan y me permiten crecer tanto en el ámbito profesional como en el personal. 

El emprendimiento en Emiratos ha sido una de las etapas que más retos me ha puesto en el camino, puede no ser fácil, pero ha sido muy satisfactorio; hemos aprendido y seguimos aprendiendo muchas cosas, que hoy en día me permiten ayudar a otros que tienen interés en venir y conocer de este país, todo vale la pena, nos ha tocado sacrificar y esforzarnos mucho, pero al final  todo el aprendizaje obtenido, lo vale y, eso me ha dado un valor agregado que me permite trabajar de manera independiente, no fue nada sencillo decidir renunciar a un buen trabajo y a mi salario, pero hoy en día sé que ha sido una de las mejores decisiones, evolucionando y revolucionando siempre.

Al día de hoy soy consultor de ventas en algunas empresas del sector automotriz y bienes raíces; también soy consultor de negocios, turismo y migración para personas en LATAM.

Por Nallely Vargas #MxNDxB

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