¡Hola! Bienvenidos a una nueva edición de esta serie, sus amables contribuciones y retroalimentación han ayudado muchísimo a crecer este apartado, por nuestra parte, estamos muy agradecidos.
Una vez que comienzas en este pensamiento ”econsciente”, no hay vuelta atrás, ves desde otra perspectiva tanto lo que consumes como lo que generas desde tu hogar y empiezas una evolución gratificante que, a pesar de comenzar con pasos lentos y a veces muy pequeños, te das cuenta de que en un abrir y cerrar de ojos puedes generar un cambio no solo personal sino también en tu comunidad.
Haciendo un recuento de los temas que se han abordado este año en este apartado, te darás cuenta que poco a poco hemos ido repasando los pasos para crear tu huerto urbano casero y probablemente ya lo tienes visualizado o como la gran mayoría ya tienes árboles frutales y hierbas aromáticas, entonces como muchos de nosotros has podido comprobar que no es suficiente con solo colocar los tallos de las lechugas en un vaso de agua común para crear una ensalada en pocas semanas o que por más cuidado con el que riegues y fertilices tus vegetales, a veces (espero menos que a mi) no crecen como tú imaginaste, todos absolutamente todos los que estamos en este camino de cultura “econsciente” hemos tenido algún tipo de contratiempo con nuestras cosechas caseras, ¿quién no ha buscado videos acerca de fertilizantes caseros o ha corrido al vivero más cercano con el afán de comprar abono, sufriendo los estragos del manejo de la tierra abonada?
En este último artículo acerca de los huertos caseros y su composición, trataremos el tema más importante acerca de la agricultura doméstica, vamos a hablar del compost o compostaje que es el nutriente orgánico básico en cualquier jardín urbano, ya que provee a la tierra de los minerales y elementos necesarios para tanto alimentar los vegetales, así como evitar el desgaste de la tierra. No hay reglas intransigentes a la hora de crear tu composta solo usa tu sentido común, trata de mantenerla lo más orgánica posible y con un poco de paciencia, verás resultados que favorezcan tu jardín. Lo más importante es mantenerlo tan natural como sea posible y evitar el uso de productos sintéticos o artificiales que a final de cuentas contaminan tanto los frutos del huerto, así como el medio ambiente en donde son depositados, crear el abono o composta desde los desperdicios vegetales que son generados desde la cocina, es reciclar y reusar, que es una de las normas de las sociedades permaculturales, así que por definición, la composta es el proceso de degradación natural de los desperdicios orgánicos vegetales para lograr abono necesario tanto para sembradíos nuevos como existentes. Pero hay una diferencia entre el abono normal y la composta.
El mercado moderno te dice que hay una comida especial para cada rama vegetal, tal como las flores, los vegetales, los cítricos, los frutales, etc., en realidad mientras la tierra donde sea que tengas tus plantas, esté sana ya sea en maceta o directamente al terreno, no se necesita más que reutilizar los desechos que comienzan en la cocina para mantenerla un terreno óptimo para el crecimiento de tus frutos y de eso hablaremos en esta ocasión, en cómo crear sustento para la tierra en donde crece el alimento que tú llevarás a tu mesa, recordemos que todo en este planeta es un ciclo y que al igual que el de lluvia, el proceso de la agricultura, así sea en escala pequeñita como el de nuestros hogares, es un ciclo idéntico. No es necesario ser un agricultor experimentado o tener altos estudios de química, para lograr un buen producto, no te estreses y disfruta el proceso, que lleva algo de paciencia, pero vale la pena.
Ya sea que adquieras un depósito especial o inclusive un aparato moderno que descompone los sobrantes de vegetales, te diré que hasta una bolsa de papel de buen tamaño o un bote de esos de pintura te pueden servir para comenzar tu abono, asegúrate que tenga una forma de recibir aire y un drenaje que permita que el exceso de agua se elimine.
Los mejores ingredientes son:
- Cáscaras de huevo, el calcio es uno de los elementos primordiales en el reino vegetal, si puedes secarlas y triturarlas, las puedes vertir de vez en cuando en plantas en maceta.
- Residuos vegetales crudos, todo hasta la pulpa del extractor de jugo, servirá para colocarse en la composta. Evita las semillas, esas puedes guardarlas para plantarlas en pequeñas macetas. De aquí obtenemos el nitrógeno necesario para el crecimiento de productos de mejor tamaño y sabor.
- Café, bolsitas de té, residuos de cafeteras, inclusive los filtros usados. Esto ayuda con el equilibrio del pH de la composta.
- Plantas u hojas secas. Son la fuente de carbono, otro de los elementos base del ser humano, al utilizarlo en nuestro abono casero nos aseguramos de mantener estos componentes en equilibrio.
- Residuos de jardín. Al igual que los residuos de la cocina, estos son excelentes proveedores de nitrógeno.
- Papel periódico o cartón.
- Aserrín. Funciona como material secante, se puede utilizar como equilibrador de humedad.
La diferencia entre el abono y la composta es el contenido de estiércol, así que, si utilizas la lista anterior y tu sentido común, en muy poco tiempo veras como se desarrolla la composta de forma favorable. La mejor indicación de que la mezcla es saludable, serán el olor y la textura, una composta alta en nutrientes tiene un aroma fresco, como petricor (a tierra mojada) y su consistencia es ligera. El principal indicativo de que tiene algún desequilibrio será el olor, pero si mantienes un equilibrio entre las ramas secas, aserrín, cartón y las hojas verdes, residuos de cocina y jardín, además de los ingredientes que ya te mencioné puedes también colocar un poco de tierra de jardín, ya que con esto logras la proliferación de gusanos que ayudan a la descomposición de forma más rápida y eficiente. Las larvas tienen un tiempo de vida muy corto y al no encontrar más alimento dejarán de reproducirse y después morirán, enriqueciendo la tierra.
La mejor forma de comenzar es colocando en el fondo del recipiente las ramas y hojas secas, aserrín, periódico o cartón, arriba coloca los residuos de cocina, en la tercera capa los restos de jardín y plantas muertas, sellas con la tierra negra. Trata de cubrir el recipiente, ya que el exceso de agua produce humedad que altera el pH de la composta. Revuelve 1 o 2 veces por semana, riega una vez a la semana verás como poco a poco, la composta va tomando cuerpo. Notarás que a veces al revolver la mezcla cuando pasas la mano por encima, se siente calor, esto quiere decir que la composta ya está en proceso de degradación y vas por un buen camino, por la energía calórica que se está generando en esta etapa es importante cuidar la cantidad de agua que recibe la composta.
Las sugerencias que puedes tomar para lograr una mezcla óptima son:
- Mantén la mezcla húmeda, sin exceso de agua, para evitar el crecimiento de hongos, que después puedan infectar tus árboles o plantas. Utiliza cartón u hojas secas para controlar la humedad.
- No olvides revolver, esto ayuda a la oxigenación y descomposición correcta.
- La ventilación debe ser suficiente durante todo el proceso.
- Coloca el recipiente cerca de alguna planta o árbol que quieres abonar rápidamente, cuando riegues la mezcla, esta se drenará, liberando los elementos de forma líquida, recuerda que todo es utilizable.
Hay infinidad de manuales y asesorías en internet pero te darás cuenta que eres tú quien experimentará la mejor forma de lograr una buena composta, que como consecuencia dará una cosecha especial.
Diviértete siendo “econsciente”.
Tay Ramirez
Doctorado (PhD) en Ciencias Ambientales.
Correo electrónico: planetaderespaldo@gmail.com
Instagram: @planetaderespaldo