¿Qué pensamientos vienen a tu mente cuando digo «inversiones»? Quizás seas de los que piensa que invertir es una actividad exclusiva para la gente millonaria. Pues bien, en este espacio pretendo convencerte de que la inversión no solamente está al alcance de tu mano, sino también de que es una actividad que, desde el punto de vista de unas finanzas sanas, es altamente recomendable iniciar. Y entre más pronto, mejor.
Muchos de nosotros hemos crecido con consignas del tipo: ahorra para el futuro. No obstante, un ahorro pasivo perderá parte de su valor con el paso del tiempo. Si el día de hoy tomas de tu salario 500 pesos y los guardas debajo del colchón para el futuro, lamento informarte que, en un par de años, esos mismos 500 pesos no te servirán para comprar lo que hoy en día puedes adquirir; ese es el efecto de la inflación. ¿Existe, pues, alguna manera de impedir que nuestros ahorros se deprecien? La buena noticia es que sí la hay, y es ahorrar invirtiendo.
Ahorrar con una meta es mejor que ahorrar por ahorrar. No obstante, debemos tomar en cuenta que un objetivo debe tener las características normales de cualquier otra meta, ya que las financieras no funcionan de manera independiente. Ésta debe ser medible, alcanzable y específica; esto es, conocer sobre qué voy a ahorrar y establecer una temporalidad, ya que si no definimos este límite nuestras acciones y esfuerzos se pueden diluir en la procrastinación.
¿Qué son las inversiones?
Comencemos por una definición de manual. De acuerdo con el portal de BBVA, «invertir es el proceso de comprar activos que aumentan de valor con el tiempo y proporcionan rendimientos en forma de pagos de ingresos o ganancias de capital». Es como cuando se nos aconseja que, en vez de tener nuestros ahorros en una cuenta bancaria, los empleemos en adquirir terrenos o casas que, con el tiempo, aumenten su plusvalía, y entonces obtengamos con su venta un importe mayor que el que nos costó. Las inversiones son algo similar, con la gran diferencia de que podemos optar por ir recibiendo esa ganancia mes con mes.
¿Qué es lo que busco en una inversión?
Existen tantas, pero tantas formas de inversión, que con frecuencia nos sentimos abrumados con el tema, especialmente cuando nos sentimos «atrasados» por no invertir, aunque no nos queda en nuestro presupuesto ningún extra para hacerlo. Es posible que, en conversaciones con personas neófitas en el tema, escuches frases del tipo: «acabo de poner mi dinero en Cetes», o «Ya compré bitcoins». En particular, recientemente escuché a una amiga expresarme que había comprado acciones de un restaurante (que ni es de ella ni conoce nada del tema, pero ella «invirtió» su dinero). Por tal motivo, quiero enseñarte en este capítulo un poco sobre inversiones
En un número anterior de esta publicación expliqué la utilidad de realizar un presupuesto de tus ingresos y egresos; si se hace de manera adecuada, es posible destinar ya sea una cantidad fija, o bien, un porcentaje de tu salario ya sea para comenzar un ahorro para el retiro, para alcanzar una meta a corto o mediano plazo, o para invertirlo en un portafolio diversificado que te genere dividendos que apoyen tu economía actual. ¿Qué tan grandes o pequeños serán dichos dividendos? Eso dependerá de muchas variables, las cuales explicaremos a lo largo de este artículo.
Glosario del Inversionista
Antes de adentrarnos en el tema quiero compartir contigo conceptos básicos muy importantes que es necesario comprender a profundidad para no perdernos en el mundo de los inversionistas.
A los recursos monetarios con los que se cuenta se les llama capital.
A las ganancias inherentes a la inversión se les llama rendimiento.
Al dinero que podrás perder, se le denomina riesgo.
• Inflación: Aumento sostenido y generalizado de los precios de los bienes y servicios de un país.
• INPC: mide la variación de los precios de la canasta básica.
• PIB: Valor monetario de los bienes y servicios producidos en una economía en un periodo determinado.
• IPC: refleja cuánto ganó o perdió la bolsa mexicana de valores en una jornada.
• Divisas: Se denomina así a cualquier tipo de moneda: peso, dólar, euro, libra, franco, etcétera.
¿Cómo saber cuál inversión debo elegir?
Para determinar la respuesta a esta cuestión es importante conocernos primero; por mucho que no nos gusten las etiquetas, es imprescindible identificarnos en alguno de los tres tipos de inversionistas. El primero de ellos se denomina Conservador; éste es el que realiza primordialmente actividades bursátiles que conllevan a rendimientos modestos con muy poco –o nulo– riesgo, tales como los CETES. El segundo tipo es el Moderado; aquél que busca rendimientos ligeramente por encima de la tasa libre de riesgo y que está dispuesto a asumir pérdidas no muy cuantiosas. Y, por último, el Agresivo, denominación que se da a aquellos inversores en su mayoría jóvenes y –comúnmente– solteros, que cuentan ya sea con una solidez económica o un salario elevado, y que buscan constantemente los más altos rendimientos, dispuestos a asumir los riesgos necesarios.
Definido lo anterior, y teniendo claro lo que deseas hacer de acuerdo con tu situación particular (cuánto puedes esperar, qué riesgo puedes tomar y en qué etapa de tu vida te encuentras), es importante ubicarse dentro de alguna de estas categorías, con el fin de que puedas determinar el tipo de inversión que mejor te acomoda. Posteriormente puedes iniciar con la elección de tu portafolio de inversión de acuerdo con los siguientes parámetros:
Inversión Conservadora: si deseas que tu dinero genere rendimientos con un bajo riesgo, la opción indicada es la deuda gubernamental, es decir, abrir una cuenta de CETES, o bien, contratar Pagarés Bancarios; estos últimos por lo general son ofrecidos por tu banco, en donde fácilmente, y a través de la aplicación bancaria, puedes instruir sobre tu dinero para dejarlo a plazos que van desde treinta días hasta un año. Aunque esta es la forma más segura de invertir, también es la que da menor rendimiento, y en el caso de que los contrates a través de un intermediario, deberás añadir el pago de las comisiones por manejo.
Inversión Moderada: nos referimos al Mercado de Capitales, es decir, compra y venta de títulos, obligaciones y certificados bursátiles, así como acciones. En esta opción, el riesgo es un poco más elevado, puesto que dependiendo de cómo le vaya a la empresa en la que inviertas se desprenderá que tu dinero crezca, o bien, tenga minusvalías. Uno de los lugares para llevar a cabo este tipo de inversión es en la Bolsa Mexicana De Valores, donde tendrás un intermediario que te apoyará en la toma de decisiones respecto al mejor manejo de tus operaciones bursátiles.
Inversión Agresiva: el siguiente nivel es el Mercado de Derivados; en esta opción, el precio de la inversión no se fija por sí mismo, sino que, más bien, depende de un activo subyacente, por ejemplo, el petróleo, las divisas, las materias primas, etcétera. En este rubro podemos ubicar las inversiones en el mercado mundial de divisas, también conocido como FOREX (acrónimo del inglés Foreign Exchange). Este puede denominarse como el mercado financiero descentralizado más grande. La actividad principal es comercializar con divisas extranjeras, cuyo precio varía cada momento, lo que se le conoce como fluctuación del día; estos pequeños movimientos son los que hacen que se pueda ganar o perder en la compra y venta.
Para este tipo de inversiones existen corredores o agentes de inversiones que se encargan de estar «jugando», por llamarlo de una manera, con la compra/venta de divisas: cambian el monto de tu inversión a la moneda que elijas, y las ganancias dependen directamente de la habilidad de la persona que esté analizando tu inversión al hacer los movimientos en los momentos apropiados.
Dentro de este tipo de inversión también podemos encasillar la que, a mi juicio, es una de las inversiones con más riesgo que existen actualmente, que son las criptomonedas o bitcoins, un son un tipo de activo digital que funciona como una divisa financiera que ha tomado cierto auge en esta última década. En cada una de las reuniones a las cuales he asistido en los últimos nueve meses siempre sale a relucir esta palabra y, por supuesto, alguien que se cree experto en el tema. Los riesgos principales de esta moneda digital son, número uno, que no existe físicamente; número dos, que no están reguladas por ninguna entidad central, por lo que su valor depende directamente del mercado y éste puede subir y bajar drásticamente en pocas horas; y número tres que, al no estar respaldadas por una institución financiera, te verás en grandes complicaciones para recuperarlas en caso de ser víctima de algún fraude.
¿Cuánto tiempo debo dejar mi dinero en inversión?
Invertir es un tema de cierta complejidad y sobre el que existen muchos mitos, algunos negativos, otros en exceso optimistas. Con frecuencia he interactuado con clientes cuyo objetivo expreso es: «ahorrar para mi retiro; que me dé dinero; que no tenga riesgo; ganar mucho e invertir poco». Lamento aclarar, querido lector, que no es así como funcionan las inversiones. Debemos recordar una regla muy sencilla: mientras más rendimientos puedes llegar a obtener, el riesgo será equiparable al mismo, por lo que, a mayor riesgo, mayor rendimiento y viceversa. De igual manera, mientras más tiempo las dejes tendrán una probabilidad más elevada de darte un rendimiento mayor. Es como cuando siembras un bambú: al principio creerás que se secó, o tal vez puedas pensar que no fue la mejor decisión porque no ves cambios, más un buen día, de repente, crece, se desarrolla, se estira sin parar. En las inversiones es muy similar; por ello, además de saber elegir la herramienta de inversión adecuada, implica tener mucha paciencia para poder lograr un punto de equilibrio. ¡Mientras más tiempo lo mantengas, más crecerá!
¿Busco iniciar un plan para el retiro?
Entre los muchos beneficios de las inversiones se encuentra que es una alternativa mucho más competitiva y que genera mejores rendimientos que una Afore; debido a ello, muchas personas las utilizan como un ahorro para la jubilación, un plan de retiro, o asegurarse un ingreso adicional al llegar a la edad adulta. No obstante, en el mundo bursátil no se puede tener todo; es por ello por lo que debemos elegir bien la respuesta a cada una de estas interrogantes para definir dónde pondremos nuestro dinero.
¿Puedo arriesgar mi dinero en esta inversión?
Es de suma importancia definir cuánto dinero puedes «olvidar» en esta inversión; es decir, que calcules bien cuánto tiempo puedes esperar sin hacer uso de ese capital, ya que al iniciar el proceso de inversión firmas un contrato que debes respetar; de lo contrario, puede generar muchas pérdidas por incumplimiento. Una inversión no es un ahorro del que puedas disponer a la hora que lo necesites; por ende, es importante verificar todo esto al momento de firmar tu contrato. Es de suma importancia que tengas muy claro en lo que vas a invertir; de esa manera no te llevarás ninguna sorpresa desagradable. Recuerda la frase que nos decían los abuelitos: ¡nada que sea tan hermoso puede ser realidad!
¿Cuánto tiempo puedo tolerar el riesgo?
Solamente tú eres capaz de determinar hasta qué punto tolerarás arriesgar tu patrimonio. Identifica en qué etapa de tu vida estás y, con base en ello, decide el nivel de riesgo que puedes afrontar. Sobra decir que no es lo mismo hacerlo cuando está iniciando tu vida que cuando ya estás en edad de recibir.
¿Para qué me sirve invertir?
Existen muchos beneficios de hacer una inversión, pero considero que el más importante es que harás crecer tu dinero. Otro de los grandes beneficios de la inversión es que puedes obtener protección al mismo tiempo que generas ganancias; me refiero, por supuesto, a la inversión en los seguros. Los seguros con un componente de inversión generalmente son coberturas en las que una parte de ellas se puede manejar con mayor libertad. Por lo regular, las aseguradoras arman portafolios de inversión que adhieren a estos seguros para ofrecerlos a sus clientes, clasificándolos de acuerdo con su aversión al riesgo; no obstante, quien realmente asume el riesgo es la aseguradora y no tú; es por ello por lo que los considero la mejor manera de invertir, de que tu dinero esté protegido y tengas una inversión segura.
Considerando las facilidades que existen hoy en vía para promover la inversión y los grandes beneficios que conllevan, es verdaderamente lamentable que un gran porcentaje de personas no opten por este instrumento financiero.
¿Existe una inversión «ideal»?
Con base en mi experiencia, y con el fin de obtener mayores beneficios de una inversión, mi recomendación a la hora de invertir es diversificar. No es recomendable, como se dice coloquialmente, poner todos los huevos en una sola canasta; por lo tanto, mi consejo es que asignes un porcentaje distinto de los recursos que destines para inversión a distintos rubros. Diseñar una buena diversificación generalmente requiere un conocimiento más profundo de nuestras necesidades, de los rendimientos de cada opción y de dedicar tiempo a las actualizaciones de los montos totales invertidos; no obstante, actualmente existen modelos ya preestablecidos que se pueden adoptar, o bien, adaptar a tu propio estilo, tal como el famoso Modelo de Swensen, un portafolio diseñado por el inversor estadunidense David Swensen que reparte los recursos con porcentajes específicos entre bienes raíces, acciones en Estados Unidos, economías emergentes, economías en desarrollo, bonos del tesoro y bonos protegidos contra la inflación, con lo cual se protegen los rendimientos de manera global.
En conclusión, antes de decidir, por favor toma en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Lleva a cabo tu presupuesto personal y mantenlo actualizado.
- Cuánto quiero ahorrar y durante cuánto tiempo.
- Define cuánto riesgo estás dispuesto a correr.
- Revisa bien las diferentes formas de inversión.
- Asegúrate de que pondrás tu dinero en manos de una institución reconocida y certificada.
- Investiga en el mercado el rendimiento que ofrecen las inversiones donde decidas poner tu dinero a trabajar.
- Sé fiel a tu meta y no desistas.
- Monitorea constantemente, por medio de tus estados de cuenta o aplicaciones, el progreso de tu inversión; esta es una forma de asegurarte que tu dinero sigue trabajando.
- Si al recibir una invitación te dicen que puedes ganar muchísimo, ¡cuidado! ¡Alerta!
- Debemos investigar muy bien a la empresa en la que invertirás, ya que con frecuencia se dan casos de que las personas solo prometen maravillas, y después de entregarles tu dinero nunca los vuelves a ver.
- La Condusef es un organismo donde puedes investigar la institución financiera que has elegido para invertir; de esa manera podrás corroborar si es un lugar seguro, si tiene quejas anteriores, o bien, si se trata de un fraude.
- Muy importante –esta recomendación siempre la doy a mis clientes que desean aventurarse en el mundo de las inversiones con riesgos altos–, ¿cuánto dinero tienes que «puedas» perder? Ese es el monto indicado para iniciar en este ámbito: un monto que no te duela si no vuelve, y que no te afecte desprenderte de él.
Alejandra Fernández
Especialista en PPR
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