Siempre que vamos en el carro a alguna parte y pasamos frente a un cementerio mi esposo les dice a mis hijos:
“Miren, ahí están todos los problemas y todas las preocupaciones”.
Mis hijos voltean a ver las tumbas y sin mucho caso siguen haciendo lo que estaban haciendo. Quizás al mayor le cause un poco de inquietud y se cuestione lo que su papá siempre dice cuando pasamos frente a un cementerio. Quizás no.
Sea como sea a mí en lo personal me gusta. Me gusta saberme finita, limitada en tiempo y de alguna forma pasajera en la vida de mis hijos, nunca eterna.
Tener contacto con la muerte (aunque esta sea solo pasando frente al panteón) me ayuda a no olvidar que eso es lo único seguro que tenemos y que no importa ni tu situación económica, física o social, al final todos absolutamente todos estaremos juntos en el mismo lugar.
Me he acostumbrado a pasar unos cuantos minutos (después de pasar frente a este) agradeciendo por lo que ahora tengo y también por lo que ya no y que de alguna forma pude disfrutar en el pasado. Después de pasar frente al cementerio lejos de dejarme una mala sensación (como a muchos) a mí me deja todo lo contrario. Es más, podría decir que me gustaría vivir cerca de alguno. De esta forma mis pocos minutos de reflexión serían tal vez a diario y existiría ese constante recordatorio de que vivir es un regalo y como todo, algún día se tendrá que acabar.
Que paradoja e incoherencia tan grande lo que aquí escribo. ¡Lo sé! Pero así es la vida; una constante ilusión de tenerlo todo para darte cuenta de que al final te vas sin nada.
Por eso te recomiendo, haz que se familiaricen con la muerte y sepan que tratar de ser felices en esta vida no es algo que se puede elegir, es más bien una obligación. Para eso estamos aquí. Para ser felices.
Y recuérdales que todos sus problemas y preocupaciones invariablemente tienen solución mientras tengan vida y ayúdales a encontrarle sentido a esta. Todos absolutamente todos nacemos con un propósito.
No deseo que mis hijos vivan con miedo a morir, sin embargo, lo que más miedo me da es que les diera miedo a vivir.
Adri García
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