Fiestas patrias … desde Michigan

¡Hola! Primero quiero agradecerle a la revista «REUNION M» por este espacio, colaborar con la sección «de todo un poco y más» me ha dado la oportunidad de compartir mis experiencias en este país y de alguna forma acompañar a otras mujeres -que como yo- han emigrado a un nuevo lugar lejos de su patria y han pasado por un carrusel de cosas maravillosas y otras no tan buenas, justo como se supone que la vida debería de ser; altas y bajas, pero nunca sin cambios.

En esta ocasión hace un mes nos tocó celebrar el mes patrio y les platicaré como es que mi familia celebra estas fechas en Michigan, lugar en donde residimos desde hace ya más de 8 años.

Aquí, contamos con una comunidad de familias mexicanas que se han convertido en familia. Si tú eres expatriado sabrás a lo que me refiero, esos amigos que con el tiempo se vuelven hermanos del corazón.

Primero organizamos un festejo en el que todos colaboramos con algún platillo mexicano. Cada familia está encargada de llevar algo para compartir, y de este modo probamos variedad de recetas que algunas veces nuestros hijos solo degustan una vez al año. Lo anterior sucede no porque nosotras no acostumbremos a cocinar comida mexicana en nuestros hogares, es más bien porque conseguir los ingredientes necesarios para un buen mole es difícil, y regularmente hacemos hasta lo imposible para que aunque sea solo una vez al año nuestros hijos conozcan la AUTÉNTICA comida mexicana.

Siempre he creído que los estadounidenses tienen el patriotismo a «flor de piel» es decir; su bandera es su estandarte y no dudan en usarla hasta en los calzones. Tengo que reconocer que ese sentido de pertenencia y orgullo por demostrar el amor a su patria me ha hecho preguntarme si mis hijos están creciendo con ese amor y respeto hacia su país; México.

Mi esposo y yo tenemos claro que necesitamos sentirnos parte de algo, el ser humano por naturaleza necesita eso, un grupo, una comunidad. Y aunque los tres nacieron en EU, sus padres son mexicanos y sus raíces también.

Festejar las fiestas patrias lejos de México es una mezcla de nostalgia combinada con orgullo, lejos de los nuestros y del ambiente tapizado de verde, blanco y rojo; somos los padres, los responsables de que nuestros hijos sigan siendo parte de una cultura que es difícil de mantener sin el apoyo y refuerzo de la sociedad. Aun así, creo que es posible inculcar a tus hijos el amor a un país -que es la cuna de sus padres- y el respeto a una tradición que podrán heredar a sus hijos. Criar hijos en un país ajeno, pero tener el corazón en tu país de origen es y siempre será una suerte y bendición.

¡Y que viva México!

Con cariño

Adri García

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