Para mi siempre ha sido importante crear una “buena reputación”. Desde temprana edad me acostumbré a recibir elogios de parte de mi familia y maestros debido a mis buenos resultados académicos. Las cosas no cambiaron mucho cuando empecé a trabajar, seguí el mismo patrón para lograr el reconocimiento de mi jefe y compañeros de trabajo. Esto me llevó sin darme cuenta de que le he dado mucha importancia a lo que la gente piensa de mí.
Con el paso del tiempo, y conforme los años me regalan madurez, me di cuenta que el reconocimiento se volvió menos importante y también que algunas opiniones o percepciones son más valiosas que otras y que incluso en ocasiones no es tan importante lo que la gente piense de mí. Al principio confundí el crear una “buena reputación” con la habilidad de generar confianza en mis habilidades y capacidades. Crear confianza va más allá de que la gente piense que hago un buen trabajo, es además hacerlo con pasión y compromiso. Crear confianza significa tener consistencia entre lo que se dice y lo que se hace. Crear confianza es parte de tu “marca” (branding), ya que influencia cómo es que la gente te percibe y te recuerda.
Ganarse la confianza de la gente no es cosa fácil, y lleva tiempo, ya que la confianza se construye con las acciones del día a día. Y una vez que por alguna razón esa confianza se quiebra o se pierde es muy difícil volverla a ganar. Por eso es importante que seamos auténticos en el proceso de generar esa confianza.
Mucha gente se deja llevar por la “política” y tratan de “quedar bien” y ser complacientes. Sin embargo, esa no es una buena estrategia a largo plazo porque tarde o temprano sale a relucir lo que realmente creemos o pensamos. Es sumamente difícil mantener una mentira por un largo tiempo, la verdad tarde o temprano surge.
Ganar confianza de una manera auténtica es la mejor estrategia para generar confianza a largo plazo. ¿Pero qué significa ser auténticos? Ser auténticos es presentarse uno mismo como es, sin máscaras, sin pretensiones, sin el afán de cumplir estándares impuestos por uno mismo o por la sociedad. Es simplemente ser uno mismo.
En una ocasión, pedí un consejo a una de las Directoras, sobre cómo crear conexiones (networking) especialmente con los niveles gerenciales más altos. Los consejos de mis colegas hombres habían sido “simplemente hazlo” o “solo pon una junta con ellos y platica”. Pero a mí me parecía muy difícil, especialmente considerando que la mayoría de ellos son hombres y me parecía que no había nada en común. El consejo de esta colega fue “no finjas lo que no eres”. Me platicó como en una ocasión ella trató de entablar una conversación con uno de sus colegas hombres hablándole sobre deportes porque sabía que él era un fanático del futbol americano y la noche anterior hubo un juego importante. Sin embargo, su conversación no duró más de dos minutos porque en cuanto él intentó seguir la plática, ella no supo más que decir, y a su propio punto de vista, ella quedó en completo ridículo. Ella me dijo “busca entablar esas conversaciones de una manera auténtica. Pon una junta con ellos cuando realmente quieras su consejo u opinión en algo que estés trabajando”. Tener conversaciones con los niveles gerenciales desde ese enfoque me ha sido más sencillo y me ha ayudado a crear más conexiones.
Además de tener una conversación honesta, es importante “escuchar para entender”. La mayoría de las veces escuchamos para responder, para refutar la opinión del otro, para defender nuestra opinión o confirmarla. Pero si realmente, nos tomamos el tiempo de escuchar y hacer preguntas con el fin de entender el punto de vista de la otra persona nos damos la oportunidad de conocer qué vivencias o experiencias han influido en su opinión y nos permite ver las cosas desde otro ángulo. El escuchar de una manera auténtica y con genuino interés, ayuda a construir y fortalecer la confianza entre ambas partes.
Ser auténtico, ser uno mismo no es fácil, hay que primero aprender a conocerse, y este proceso puede tomar tiempo, para algunas personas toda la vida. Ser auténticos nos vuelve vulnerables porque nos presenta tal cual, los sentimientos y pensamientos están expuestos. Por lo tanto, ser auténtico requiere también mucho valor. Y escuchar auténticamente, requiere humildad, empatía, autocontrol y poner a los demás antes que nosotros mismos.
¡Ser auténtico no es fácil, ganar la confianza de otros no sucede de un día para otro, pero las relaciones que se construyen con estos valores son realmente gratificantes y duraderas!
Leticia Ambriz
Profesionista en el Manejo de Programas y Proyectos con más de 20 años de experiencia en global en el área de Operaciones y Cadenas de Suministro.
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