Bienvenid@s a una nueva sección de Planeta de respaldo, como cada edición, les agradecemos la atención y el respeto que nos demuestran para esta serie.
Hace poco vi en una red social, un vídeo del gobierno de la India donde impulsa el apoyo a la niñez femenina en el desarrollo educacional en ciencias. En el vídeo vemos claramente ejemplos donde los adultos o inclusive los mismos niños apabullan a la niña en cuestión por su interés en algo que no es considerado “de niñas”.
¿Cuántas de nosotras no hemos pasado por situaciones como esa?
Al empezar a escribir sobre esto, se han disparado en mi ser cientos de sentimientos y aunque quisiera que las generaciones que vienen detrás de mí no pasaran por lo mismo, me di cuenta de que en pleno 2022, es necesario un comercial por parte del gobierno de un país tan machista como lo son lo nuestros en Latinoamérica, para confirmar que aún es muy notable el hecho que a pesar de demostrar capacidad e interés, son muy pocas las mujeres desarrollándose en campos como ciencias, tecnología, ingeniería o matemáticas, STEM por sus siglas en inglés. Las estadísticas nos muestran que a pesar de que el género femenino representa a la mitad de la población, sólo un 33% forma parte del ámbito científico. Por esta y muchas razones más, la Organización de las Naciones Unidas ONU, declaró el 11 de febrero como el día de la mujer en la ciencia.
Empecemos por casa y por reconocer que nuestros juicios y limitantes están tan embebidos en nuestro ADN que el supuesto comportamiento que una mujer debe tener es inculcado desde nuestra crianza que es totalmente diferente al de los hombres, no vamos a ir tan en contra de lo establecido, porque estamos hablando de romper patrones y brechas generacionales, lo cierto es que, físicamente somos diferentes, pero en el ámbito cerebro – cognitivo, la diferencia es nula.
Yo tuve la bendición o suerte de ser apoyada en todos mis proyectos y ser criada por mujeres que fueron a su vez impulsadas a crear una mejor vida para ellas y sus hijos, vengo de una familia a la que si bien tiene un aspecto machista muy marcado, somos las mujeres las que hemos comprobado a través de ya varias generaciones, que podemos estudiar y desarrollarnos en diferentes carreras que antes pertenecían solo a los miembros masculinos del árbol genealógico. Si bien para mi no ha sido fácil ya que entré en una “carrera de hombres” a los 15 años, en mis primeros años de universidad fui muy bendecida por verdaderos hermanos que me cuidaban no solo por ser mujer, sino por ser la estudiante más joven de la generación, pero al llegar al campo profesional, se me mostró una realidad donde hubo de todo desde maltrato emocional hasta acoso sexual, todo en pos de un “esto te pasa por estar rodeada de hombres”, “¿quieres ser igual que un hombre no?”. Aunque siempre estoy agradecida, ya que las experiencias siempre han sido mayormente nobles y muy enriquecedoras, ese tipo de situaciones densas a las que nos enfrentamos todos los días no ha cambiado, ni mejorado con los años.
Ahora bien, ¿Qué tanto impulsamos como adultos a nuestras niñas, que así lo desean o lo externan en determinado momento, a seguir esa curiosidad innata que lleva el ser científico?
Hasta en la ciencia ficción se muestra siempre a la científica ignorada que trata de alertar del posible peligro a los protagonistas. Basta indagar un poco en la historia, para poder descubrir para el asombro de muchos, que hemos estado rodeadas de mujeres inteligentes que han marcado su paso por la ciencia y el apoyo a la mujer en estos campos. Por ejemplo, de los 4 doble receptores del Premio Nobel en dos campos diferentes, la única mujer es Marie Curie. Después han venido más íconos femeninos y a pesar de que en la actualidad conocemos cada día más ejemplos de mujeres a las que debemos grandes inventos, descubrimientos e investigaciones.
Si en casa tienes a alguna personita que te dice que ella quiere ser astronauta, doctora, matemática, etc., por favor apóyala, nunca sabes a dónde la llevará la curiosidad (muy necesaria para este camino), lo más importante es la seguridad que uno como adulto inyecta en ellas, el hecho de creer en sus ideas o proyectos da como resultado no solo mujeres mejor preparadas; sino más seguras emocionalmente.
En internet existen sitios gratuitos de institutos como la Agencia Espacial Europea, ESA por sus siglas en inglés, https://www.esa.int/kids/es/Home que contiene herramientas digitales para incrementar el conocimiento y alimentar la curiosidad que ya te mencioné.
El sitio El Sapiens, que tiene productos gratis y algunos con el pago de una prima, https://www.elesapiens.com/contenidos-educativos/preview, inclusive muestra unidades didácticas que van con el aprendizaje de ciertos grados de primaria.
Hoy en día tenemos una cantidad innumerable para que nuestras niñas sean instruidas en diferentes campos de la ciencia, biología, química, física, matemáticas, etc. Nunca habían estado tan a la mano de las mentes que eventualmente tendrán que cuidar de nuestro planeta.
Si tienes alguna pregunta de dónde encontrar más información, no solo para tus hijos interesados en ciencia, te recuerdo el correo de contacto: planetaderespaldo@gmail.com
Tay Ramirez
Doctorado (PhD) en Ciencias Ambientales.
Correo electrónico: planetaderespaldo@gmail.com
Instagram: @planetaderespaldo